tag:blogger.com,1999:blog-60713790154257403262024-03-05T23:35:53.080-08:00¡Huyendo de la quema!Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02782906476526128141noreply@blogger.comBlogger7125tag:blogger.com,1999:blog-6071379015425740326.post-40040296907745233822012-10-11T15:16:00.000-07:002012-10-11T15:16:23.366-07:00El cambio<div style="text-align: justify;">
Después de dos meses trabajando en el restaurante de mi "supuesto" amigo Michael, no sólo descubrí su auténtica personalidad, que más bien se semeja a la de aquellos explotadores de exclavos del siglo VIII, quienes fijaban su interés en lo meramente "rentable" que podrían llegar a ser éstos para sus dueños. También llegué a conocer a un hombre inculto, sin educación alguna, sin conocimientos básicos sobre cómo tratar a los empleados y con un desprecio desmesurado por aquellos que te rodean y que hacen de tu negocio algo muy productivo. Jamás lo ví ayudar durante esas jornadas intensas, en las que una mano se agradece, al contrario de ello, se dedicaba a exigir más atención y a poner objeciones sobre tal o cual servicio. Además era lo que se die un auténtico vago, no lo ví trabajar nunca, eso sí, mandar se le da de maravilla, a veces entraba en la cocina y no aguantaba más de 5 minutos dentro, salía sofocado por la calor de los fuegos. Cuando estaba presente se limitaba a darle los platos que poníamos en la ventanilla de la cocina a las camareras, como si ellas no pudieran cogerlos directamente. Llegué a descubrir en él a alguien que jamás tendrá amigos de verdad, sólo conocí a ciertos personajes que llegó a presentarme como tales, aunque con el tiempo descubrí que sólo eran meros compañeros de juerga, pero nada más. Su única obsesión era la caja, cuando no estaba en el restaurante, que era casi siempre, llamaba cada 10 minutos para preguntar por el montante de la misma, y cuando estaba presente era más bien un estorbo para los que queríamos hacer nuestro trabajo lo mejor posible. Era de los que durante un par de veces a la semana le gustaba pegarse la fiesta, y por lógica, el día siguiente no había Dios que pudiera contar con él para nada. Durante estos dos meses pude conocer historias pintorescas, sobre la cantidad de personas que habían pasado por el negocio, y el poco tiempo que estuvieron allí algunos, sobre anécdotas y situaciones relacionadas con Michael y el negocio...y bueno, las conclusiones de las mismas coincidía plenamente con mis propias apreciaciones, así que no andaba yo muy equivocado al respecto. En definitiva, este tío era un auténtico hijo de puta, y no porque su madre fuera una fulana, ya que no tengo porqué faltarla al respeto, sino más bien por que este tío se dedica a hacer hijoputadas a todo el que tiene al lado. A mí, personalmente me hizo más de una durante estos meses, así que agradezco a mi amigo Gordan que me pudiera facilitar un contacto para una entrevista de trabajo a finales de agosto, y poder irme por fín de aquél lugar. Más de una vez pensé que Michael suponía que uno estaba sometido y obligado a trabajar allí porque no me quedaba más remedio, y creería que un servidor iba a estar toda la vida allí metido para sacarle las castañas del fuego, sometido a sus caprichos y a sus desmanes el tiempo que él quisiera, pobre ignorante. Creo que jamás pensó en que mientras trabajaba allí, recopilaba información sobre nuevas ofertas de empleo en revistas, periódicos y portales en internet, me inscribí en un total de 43 agencias de empleo, y envié mi currículum perfectamente escrito en alemán a un sinfín de empresas.</div>
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En fin, creo que yo tenía muy claro que a pesar de todo, el restaurante iba a ser algo temporal, ya que mis objetivos no eran precisamente dedicame a esto el resto de mi vida, así que sólo era cuestión de tiempo. Y fué precisamente a través de un extraño, con quién si acaso había compartido horas durante nuestros escasos encuentros para hacer el tandem, unos encuentros en los que descubrí a un tío honrado, un tío legal y alguíen con quien compartía mis inquitudes en Múnich, y a quién porsupuesto considero hoy ya más que un compañero de tándem, un amigo. Me ayudó a realizar gestiones, escritos en alemán, e incluso se brindó a acompañarme a una cita a la que tenía obligación de asistir en las dependencias de la Oficina de Empleo, dejando de lado su trabajo a las ocho de la mañana para poder ayudarme a entender a la persona que me iba a entrevistar y a traducir mis respuestas. El caso es que surgió la posibilidad de poder entrevistarme con uno de los jefes de una empresa en la que tenía un amigo conocido, así que se encargó de organizar la entrevista y también se brindó a acompañarme a la misma y así poder actuar como traductor. Se trata de una empresa comercializadora de frutas y verduras al por mayor, se encuentra situada en una zona donde muchas de las empresas similares a esta conforman un gran mercado en el centro de Múnich.<br />
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Después de todo ello, aceptaron someterme a prueba durante una semana. De esta forma, tanto el directivo de la empresa como yo mismo, podíamos evaluar si nos interesaba trabajar juntos o no. Pasado este período de prueba, volvimos a sentarnos, esta vez sin traductor por medio, y me ofrecieron trabajar durante 6 meses con unas condiciones específicas, todas ellas mucho mejores que las que podría llegar a tener en el restaurante algún día. Y me comentaron que después de estos seis meses, volveríamos a hablar para establecer unas nuevas condiciones que serían formalizadas en un contrato indefinido, entre las cuales había una mejora salarial y el derecho a disfrutar de 5 semanas de vacaciones al año. Así que ahí ando, intentando aprender y conocer todos los procesos funcionales de la empresa y por supuesto, intentar aprenderme el nombre de todos los productos con los que suele trabajar, que rondan los 400.<br />
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El trabajo que estoy desarrollando ahora mismo pasa por hacer de todo un poco, limpiar el almacén, organizar los productos en sus respectivas ubicaciones, descargar las mercancías que llegan a diario en camiones hasta el mercado, controlar las existencias de determinados productos, entre otras. Se que en estos meses me toca hacer el trabajo más duro, donde el esfuerzo físico es mayor y durante jornadas que a veces se prolongan hasta 12 horas. Eso sí, las horas extras las pagan aparte. Dispongo de mi propia taquilla y de una ficha digital para picar a la entrada y a la salida del trabajo.<br />
En la empresa existe una amplia variedad de puestos y funciones a las que espero poder optar con el tiempo, así que me he armado de paciencia y de momento la cosa promete, así que espero empezar a realizar otro tipo de trabajo en breve, una vez que domine un poco la situación y los productos con los suele trabajar la empresa. Eso sí, también aprovecho para practicar alemán a diario con los compañeros, que curiosamente son todos extranjeros, y al igual que yo, hemos terminado allí después de emigrar de tu propio país.<br />
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En mi próxima entrada os hablaré un poco sobre mi experiencia en este trabajo, las condiciones laborales en Alemania, el pago de los impuestos y las retenciones que te hacen en la nómina, mis relaciones con los compañeros y alguna que otra anécdota. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02782906476526128141noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6071379015425740326.post-84810756321301075592012-08-22T17:15:00.004-07:002012-08-22T17:15:58.926-07:00La gorda del banco y cómo funcionan los servicios sanitarios en Alemania<h3>
Mi experiencia con la gorda del banco</h3>
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Tal y como prometí, y tras un período de adaptación, quisiera contaros algunas de mis primeras experiencias en este país. No obstante quiero dejar constancia de que las cosas ya no me "sorprenden" tanto como al principio, aunque quiero ser fiel a la perpectiva con la que en principio uno analiza la situación que vive por primera vez.</div>
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Apenas llevaba un mes en Múnich, cuando tenía claro que otra de las cosas que debía hacer para adaptarme era abrir una cuenta en un banco alemán. Si, algo tan simple puede resultar incluso grotesco si no te andas con cuidado. El hecho de tener una cuenta es algo primordial si quieres trabajar aquí, especialmente si vas a cobrar una nómina, ya que debes de domiciliarla y también es una forma de "control" fiscal para las autoridades alemanas, así que si quieres hacer las cosas bien, debes de disponer de una cuenta en una entidad alemana, la que quieras pero alemana al fin y al cabo.</div>
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Así que uno de esos días en los que Michael estaba por la labor, decidió acompañarme a un banco cercano al trabajo, el HypoVereisbank, donde por lo visto mi amigo tenía varias cuentas abiertas, el padre también había formado parte de la directiva hace años y donde en principio no iba a tener ningún problema. Así que nos adentramos con la confianza que el mismo Michael me había trasladado, y ya estaba yo con mi DNI en la mano y mis documentos preparados para no demorar mucho el asunto, así que en cuanto nos tocó el turno, la mujer de la ventanilla, metidita en carnes, aunque más que metidita estaba ya rebosando las mismas, o lo que es lo mismo, una gorda de cojones, empezó a hablar con mi amigo en alemán. Pude interpretar un poco el siginificado de las mismas, " mi amigo...... una cuenta.......para poder cobrar.......no habla alemán muy bien......." y también pude entender algunas de las palabras que pronunciaba la susodicha gorda, aunque con un rintintín que ya empezaban a sonarme a problema a la vista, "..Nein.........Nein............Nein........Nein.....", lo cual auguraba que no iba a ser tan fácil el trámite. A renglón seguido, Michael me transmitía que según le manifestaba la gorda de la ventanilla, al no saber alemán no podría abrir una cuenta en el banco. Eso debío de herir el orgullo de Michael, ya que solicitó la presencia de la directora de la sucursal, ya que consideraba indignante que un trabador suyo no pudiera abrir una cuenta para poder cobrar la nómina, así que vi como la gorda se alejaba en busca de su jefa, que inmediatamente hizo acto de presencia. Eso si, creo que en este banco deben de darle a los operarios bocadillos de manteca colorá cada media hora, ya que si gorda era la que nos atendió en la ventanilla, la jefa debía ser presidenta de alguna asociación internacional de "obesos por el gusto" o algo así. El caso es que volví a escuchar a Michel argumentar mi necesidad de abrir una cuenta, y también volví a oir esas palabras que en alemán vienen a significar "No", ......Nein......Nein......Nein......Aunque para mí cada "Nein" tenía un matiz distinto, algunos me sonaban a "una mierda", otros a "no te abro una cuenta por que no me sale de ....", y es aquí donde mejor que nunca, puedo decir que "ambas me cayeron muy gordas". Y al minuto me vi en la calle oyendo decir a Míchael bastante ofuscado lo increible que había resultado esta experiencia, que pensaba denunciarlos y no se que más. Creo que lo sucedido le sentó peor a él que a mi. El caso es que yo no tenía la puñetera cuenta y empecé a plantearme que si esta era la práctica habitual en los bancos alemanes, a ver dónde cojones iba a encontrar yo uno que estubiera dispuesto a tenerme como cliente.</div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwMHnaX_tSYsYFyYna5yIVTKC7fPMjbn5jAW09jQlgxpuMyGjGx2atIQoiyIRP4b9xxCJSKrjt-FrSsCreTQj9zUnGaNm7TZL0yZdibFvg0e9ewlHoUvj9b15xmSRTpjJgiKUVGrivIdiU/s1600/Este+es+el+banco+donde+las+gordas+de+turno+no+te+dejan+abrir+una+cuenta+si+no+eres+alem%C3%A1n..jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwMHnaX_tSYsYFyYna5yIVTKC7fPMjbn5jAW09jQlgxpuMyGjGx2atIQoiyIRP4b9xxCJSKrjt-FrSsCreTQj9zUnGaNm7TZL0yZdibFvg0e9ewlHoUvj9b15xmSRTpjJgiKUVGrivIdiU/s320/Este+es+el+banco+donde+las+gordas+de+turno+no+te+dejan+abrir+una+cuenta+si+no+eres+alem%C3%A1n..jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Imagen del banco al que no os recomiendo que vayais si no sabéis alemán.</td></tr>
</tbody></table>
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<br /></div>
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Al salir, le comenté a Michael que enfrente había una oficina del PostBank, que además de oficina postal es un banco que tiene un horario más amplio, ya que abre incluso por las tardes. Asi que ya puestos, no teníamos nada que perder. Llegamos allí, nos atendió una chica joven, que por lo visto llevaba poco tiempo en el puesto. Llamó a su jefa, y a los cinco minutos tenía la cuenta abierta. Eso si que me llamó la atención, incluso sorprendió a Michael, ya que encontramos más receptividad en una sucursal ajena que en la que el era cliente. Eso sí, tuve que entregar copia de mis documentos de identificación y el dichoso Almendung. Pero salí de allí con mi contrato bajo el brazo y además no tuve que hacer ningún tipo de depósito inicial, cosa que también me sorprendió, ya que en nuestro país es sabido que algo tienes que ingresar cuando abres una cuenta en una entidad bancaria por primera vez. Pues nada, ni un céntimo me obligaron a depositar. Al cabo de unos días recibí un par de cartas, entre las que se incluían una tarjeta para operar en cajeros, varios números claves para acceder a mi cuenta desde internet, o desde un teléfono móvil, y también para hacer operaciones telefónicas. Total, un lujo de servicios a mi disposición, a los que debo añadir una tarjeta Visa que también me enviaron días después. Aunque en este caso el uso de la misma está condicionada a la disponibilidad en la cuenta, es decir que no era realmente una tarjeta de crédito, sino más bien de rédito.</div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUjgCRkmQw3eABMfXerEEhj0eonH0q4o48GwDp84pLfTSH979NQ1p8nyqRcQ6Hig3UpqbJuGONi5_VCvY60KSrwFTovb6o4_blO2NSWmtVhdkQ08AjqjqOYYF4hfGnSxE8jbfKgqF4Rhyphenhyphenw/s1600/Esta+es+la+sucursal+de+mi+banco,+el+Postbank,+que+adem%C3%A1s+es+oficina+postal+de+correos..jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUjgCRkmQw3eABMfXerEEhj0eonH0q4o48GwDp84pLfTSH979NQ1p8nyqRcQ6Hig3UpqbJuGONi5_VCvY60KSrwFTovb6o4_blO2NSWmtVhdkQ08AjqjqOYYF4hfGnSxE8jbfKgqF4Rhyphenhyphenw/s320/Esta+es+la+sucursal+de+mi+banco,+el+Postbank,+que+adem%C3%A1s+es+oficina+postal+de+correos..jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sucursal del Post Bank donde me atendieron sin problemas</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
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Ahora ya podía incluso comprar tabaco en las máquinas expendedoras, ya que para poder hacer uso de las mismas, debes de disponer de un DNI alemán, o de una tarjeta de algún banco. No sabéis el alivio que supone eso para gente fumadora como yo. Aunque a este paso, creo que lo voy a tener que dejar pronto, ya que aquí el fumar además de un vicio es un lujo, ya que todos los paquetes de tabaco cuestan 5 euros.</div>
<h3>
Si necesitas un servicio de urgencia sanitario, llévate la cartera al hospital</h3>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
No se si será casualidad, pero creo que no es posible tener que hacer uso por necesidad de casi todos los servicios públicos de un país en tan poco margen de tiempo. Y es que además de todos los pasos que había dado desde que llegue, visitando el consulado, la oficina del registro alemán, la oficina de empleo, el banco, etc, no pensaba que iba a acudir a un hospital tan pronto, pero así fue. No llevaba ni cinco días trabajando en el restaurante, cuando una tarde nada más empezar mi jornada laboral, una barra metálica mal colocada en el almacén se me cayó en la mano derecha, provocándome una herida profunda que me obligó a solicitar ayuda para acudir a algún centro sanitario. La herida no era tan alarmante, pero si lo suficientemente profunda como para precisar algunos puntos de sutura. El caso es que Michael estaba por allí y se ofreció a llevarme en coche hasta el Klinikum (palabra que me ahorro de traducir). Me preguntó si llevaba mis documentos encima, y confiando en lo que supuestamente me habían dicho en la Seguridad Social en España antes de venir, le dije que sí, que además de mis documentos personales, llevaba encima mi Tarjeta Sanitaria Europea. O más bien el dichoso certificado que hace de tarjeta sanitaria, ya que el concepto de tarjeta lo entendemos todos tal y como es, una tarjeta a modo de carnet, o tarjeta visa, o parecida a la tarjeta que utilizamos para hacer uso de los servicios sanitarios en Andalucía, pero claro, lo que te facilitan cuando sales de tu país es una hoja, tamaño folio, donde se incluye diversa información y datos, así como un número que corresponde a la tarjeta sanitaria europea que se supone que te garantiza cualquier tipo de servicio sanitario en cualquier país miembro de la Unión Europea. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Pues bien, ahora explícaselo tu a la muchacha que me atendió en una especie de oficina de recepción de urgencias en el Klinikum, porque además me encontraba solo. Michael me dejó en la puerta de urgencias y se marchó para el restaurante, cosa que no me gustó mucho, la verdad, ya que mi alemán es bastante básico y ante una situación así, esperaba que me acompañara al menos hasta ser atendido. Pero lo más curioso de todo, es que antes de entrar en dicha oficina, en la puerta colgaba un cartel, escrito en alemán e inglés, en el que decía claramente que si eres extranjero debes de disponer de una tarjeta sanitaria europea para ser atendido, y que en caso de no disponer de la misma, debes hacer un depósito de 200 euros en metálico o con una tarjeta de crédito. </div>
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<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYVMLHzKINEN4NBJ5bBbmgLePeUDB9xmCRd32P6o-hOjMehvJ2Jk1POIr-LRZpwcbHh7gt5dyAGqlgLD9BHSWFt6EWWpFJYkVfvb57wYX0Z0u2B2qNybgucZJIGg1EtqJQsKOeweZnQKIx/s1600/Klinikum.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYVMLHzKINEN4NBJ5bBbmgLePeUDB9xmCRd32P6o-hOjMehvJ2Jk1POIr-LRZpwcbHh7gt5dyAGqlgLD9BHSWFt6EWWpFJYkVfvb57wYX0Z0u2B2qNybgucZJIGg1EtqJQsKOeweZnQKIx/s1600/Klinikum.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Klinikum, centro en el que estuve a punto de liarla, y gorda.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Tras leer el cartel, no me dí por aludido, ya que supuestamente yo disponía de la puñetera tarjeta, o eso creía. El caso es que tras varios cruces de palabros, más que palabras, en alemán, la muchacha optó por solicitar la presencia de alguna compañera que hablara algo español, para poder entendernos. A todo esto, yo mientras tanto sostenía una servilleta sobre la herida intentando no desangrarme mucho, aunque eso sí, empecé a notar que la sangre se me empezaba a calentar, y no precisamente por la herida.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al cabo de un par de minutos apareció una doctora, precisamente la que luego se encargaría de atenderme, y comenzó a decirme que tienen por costumbre cobrar a los visitantes y turistas extranjeros 200 euros en concepto de depósito, y que luego estos mismos solicitan a la administración correspondiente cuando regresan a su país. Y claro, yo intentaba transmitirle que yo no era ningún turista, que estaba registrado en Múnich, y que disponía de tarjeta sanitaria europea, mostrándole el papelito ese que me facilitó la Seguridad Social en España, y que además, según el cartel que había en la puerta, ¿qué sentido tenía entonces pagar si tienes tarjeta sanitaria? Pero claro, en un país como Alemania, el concepto de tarjeta se entiendo como lo que debería ser, una tarjeta, y ella me reprochaba que yo no tenía ninguna tarjeta, sólo un documento que yo pretendía que ella me diera por válido como si fuera la dichosa tarjeta sanitaria. El caso es que ya empezó la cosa a ponerse tensa, y me tuve que poner en mi sitio, estaba indignado y empecé a ser un poco más tajante en mis afirmaciones y creo que fue mi actitud la que le hizo entrar en razón. El caso es que me tomaron los datos, fotocopiaron el papelito de los cojones y me dijeron que en cuanto sonara mi nombre por el altavoz en la sala de espera sería atendido.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al cabo de unos minutos mencionaron mi nombre y entré para verle la cara de nuevo a la doctora con la que había estado discutiendo momentos antes. Pensé por un momento que ahora se vengaría de mí y me haría algún tipo de jugarreta, como mandarme hacer una colondoscopia o algo parecido, pero no fue así, me trató con amabilidad y me acompañó a una sala donde me invitó a que me acomodara en una de las camillas que había disponibles. Desde las tres y cuarto del mediodía, que fue cuando llegué al centro, hasta las seis de la tarde que salí del mismo, me tuvieron tumbado en la camilla, esperando no se qué historia de una máquina que estaba dando problemas y con la que debían hacerme una radiografía previa. Al final, y tras hacerme la radiografía, me limpiaron la herida y me dieron tres puntos de sutura. Eso si, mientras tanto me dio tiempo a echarme una siesta y hablar por teléfono un buen rato.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al salir pregunté cuándo debía volver, me dijeron que en una semana, o bien que acudiera a algún enfermero particular para quitarme los puntos. Por supuesto no volví ni acudí a ningún enfermero, después de una semana fregando platos y cocinando en el restaurante los puntos me los terminé quitando yo mismo.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Yo al menos puede ser atendido, por lo pesado que me puse, pero en otras circunstancias imagino la cara de más de uno al tener que pagar 200 euros tras haber sufrido un accidente o alguna circunstancia un poco fuera de lo común, a pesar de llevar encima una hoja, tamaño folio, con un sello de la Seguridad Social que supuestamente hace las veces de Tarjeta Sanitaria Europea. Espero que esta vivencia pueda servirle de algo a aquellos que vienen confiando en la "validez" de la supuesta tarjeta. Creo que no es tanto la culpa de los que me atendieron en el centro al que acudí, sino que más bien radica en el estilo "compadre" con el que muchas veces nuestra administración española termina atendiendo nuestras necesidades como ciudadanos, haciéndonos creer que con un papelito ya tenemos solucionados los problemas de enfermedad y atención sanitaria fuera de nuestro país.¿A ningún funcionario de la Seguridad Social se le ha ocurrido pensar que a lo mejor en otro país distinto al de España, hablan otro idioma distinto y no tienen por qué entender que dice el papelito de los cojones? En fin, espero que llegue algún día, en el que a algún lumbreras se le ocurra hacer una tarjeta sanitaria europea en condiciones, de las de tarjeta de toda la vida, en la que se incluya la información básica realacionada con el servicio que cubre, no sólo en español, sino que a lo mejor no estaría de más ponerlo en inglés e incluso en otro idioma más, ya que <b><i>es para utilizarla fuera de España.</i></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02782906476526128141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6071379015425740326.post-49934258720035604032012-07-15T04:21:00.000-07:002012-08-22T14:08:48.316-07:00¡Una de papeles!<div style="text-align: justify;">
Hoy os voy a contar algunas cosillas importantes que hay que tener en
cuenta a la hora de venirse a trabajar a Alemania. Mi propia experiencia
podrá resultar muy ilustrativa para aquellos que tengan pensado venirse
a trabajar aquí.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
El alojamiento</h3>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Como bien sabéis tuve la suerte de que me hicieran una reserva para
quedarme a dormir en algun sitio hasta que no encontrara otra cosa
mejor, pues bien, ya he podido mudarme a un apartamento, lo comparto con
otro chico joven que estudia en la universidad. Nada que ver con lo que
tenía anteriormente, donde pagaba 28 euros diarios y eramos 6 en el
mismo cuarto. Si haceis la cuenta sale por una pasta al mes.<br />
<br />
Ahora la cosa cambió, y aunque en principio estaría solo hasta el 7 de
agosto en mi nuevo apartamento, es posible que pueda quedarme hasta
octubre. ¡Uf, menuda tranquilidad!. Se trata de un apartamento en un
edificio de 5 plantas, muy cerca de la Estudentenstadt (ciudad de los
estudiantes) con dos dormitorios muy grandes, un salón a modo de
entrada, una cocina pequeña pero práctica y un cuarto de baño con
bañera. Todo un lujo, de verdad os lo digo, y tan solo por 400 euros al
mes. Se que he tenido suerte en este sentido, ya que encontrar algo así
cuesta trabajo. Pero bueno, también es cierto que uno no está solo aquí y
que los que te rodean también te echan un cable a la hora de buscar
algo. También hay un cuarto de lavadora para todos los propietarios del
edificio, justo en el sótano, concretamente hay dos lavadoras y una
secadora. Funcionan con monedas de 50 céntimos, y antes de lavar tienes
que anotarlo en una agenda para no coincidir con los otros vecinos.
Luego puedes tender la ropa en algunos de los cuartos habitilados para
ello junto al cuarto de la lavadora. Así da gusto.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
El registro en la oficina de empadronamiento</h3>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Pues una vez que has podido instalarte, lo primero que hay que hacer en
este país es registrarte en el padrón de la ciudad. Aquí le llaman el
Anmeldung, y es un documento muy importante para cualquier cosa que
vayas a gestionar luego. De hecho, te ponen muchas trabas si no dispones
de un sitio donde vivir, y también ayuda muchísimo contar con un carta
de una empresa diciendo que estás trabajando en ella o que vas a hacerlo
en breve. En mi caso, conté con cierta ventaja, ya que mi amigo Michael
me hizo una carta en la que manifestaba que iba a contratarme de
inmediato. Además me recomendó que diera la dirección del Restaurante
como la dirección en la que vivo. Así que quedé con mi compañero Rubén,
el gallego, para que me acompañara a la oficina de registro. Es un
edificio que se encuentra en el centro de la ciudad, llegamos al
mostrador de información y nos dieron un número. En esa misma sala había
varias puertas numeradas, y sobre ellas, un tablero digital que te
indicaba el número y la puerta por la que debías dirigirte. Todo fácil
hasta el momento, así que a esperar mi turno. Rubén me preguntó si
llevaba copia de todos los papeles encima, le comenté que llevaba "la
carta de Michael diciendo que voy a trabajar, una fotocopia del carnet
de identidad, el original porsupuesto, y ya está". Llegó nuestro turno,
entramos y había varias mesas en las que estaban atendiendo a más gente,
vimos una vacía y a una chica muy mona por cierto, que nos invitó a
sentarnos. Le mostré los documentos que llevaba encima y entonces
comenzó el interrogatorio: que dónde vivo, por cuánto tiempo pienso
quedarme, si tengo mujer e hijos, dónde viven, etc. Gracias a la ayuda
de Rubén pude ir contestando a las preguntas, y entre una cosa y otra,
también te preguntan si eres católico, y ojito con la pregunta, porque
por un lado no está muy bien visto que no lo seas, y por otro, si dices
que si, entonces estás obligado a pagar un impuesto anual de unos 35
euros aproximadamente. Yo decidí ahorrarme los 35 euros, así de claro.<br />
Luego la chica hace copia de todos tus documentos y en un momento te
extiende el Anmeldung. Ya está, ya eres un ciudadano más de Múnich. En
cuanto salí de allí me busqué una copistería y le hice 4 o 5 fotocopias,
una de las cuales hay que llevar siempre encima, por si acaso.<br />
A partir de este momento ya puedes por ejemplo abrir una cuenta en un
banco, o comprarte un teléfono móvil. Si amigos, para comprarte un móvil
alemán necesitas el Anmeldung, así que ya sabéis porqué es tan
importante disponer del dichoso documento.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Comprarse un Handy (teléfono móvil)</h3>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Ahora tocaba comprar un teléfono, así que me fuí a un lugar que me
indicó Rubén, cogí mi mochila y me encajé en Saturn, un centro comercial
entre Marienplatz y Carlplatz, una zona muy concurrida, con una gran
cantidad de tiendas a lo largo de la misma, Al final me las pude apañar
solo, y pude sacarme un Handy (teléfono móvil) por 12 euros, con 5 euros
en llamadas, eso si después de que le entregara el Anmeldung de los
coj... y que realizara no se cuantas gestiones, hasta que me dio el
paquetito y la factura para abonarla en caja. </div>
<h3 style="text-align: justify;">
El registro en la oficina de empleo</h3>
<div style="text-align: justify;">
Hea, ya tenía un par de cosas importantes echas, ahora me quedaba una
gestión mucho más gorda, darme de alta en la oficina de empleo de
Múnich. Comentaros que antes de hacer este viaje, tuve que solicitar un
permiso en la oficina de empleo de nuestro país, ya que tenía previsto
quedarme más de 15 días en Alemania. Este es un proceso que no debéis
olvidar, ya que han de extenderte el U2, el cual has de entregar en la
oficina de empleo del país de la unión europea al que vayas a dirigirte,
por lo que antes de salir de España hay que prever este paso con
suficiente antelación. A mí me tardó casi 20 días disponer de los
papelitos. Para esta tarea eché mano de mi compañera Marisa, una joven
que trabaja como camarera en el restaurante, y que ya me había
acompañado a mi nuevo alojamiento, ya que se trata del piso de su
hermano Stefan. El caso es que la oficina estaba muy cerca del
restaurante, y yo sin saberlo. Así que quedamos una mañana y nos
encajamos allí. Nada más entrar, nos dirigimos al mostrador de
información, dices a que lo que vas y entonces te toman nota de tu
nombre, te comunican que te avisarán en unos minutos, y te extienden
unos papelitos para que los rellenes. Si si, unos papelitos, uno de
color blanco y otro a doble página de color rojo. Entonces Marisa me
invitó a sentarme a una de las mesas que había en la sala para rellenar
la documentación. Y joder con los datos que te piden, en principio todo
normal, nombre, edad, fecha de nacimiento, lugar de residencia, etc.
Pero luego con los papelitos de color la cosa se complica, te piden los
estudios, los de EGB también, dónde los cursaste, desde qué fecha hasta
qué fecha, los puestos de trabajo de los últimos 8 años, en dónde, desde
cuando hasta cuando, y no se que más. Menos mal que tenía a mano una
copia de mi curriculum y pude encontrar casi toda la información. O sea
que no está de más tener estos datos a mano para estas cosas.<br />
<br />
Luego te avisan por tu nombre y acompañamos a esta chica hasta su mesa.
Me preguntó cuatro cosillas básicas y ya está, ya eres un parado español
en Alemania. Apenas estuvimos 5 o 10 minutos, eso si, al terminar me
comentó que recibiría una carta para acudir a una reunión informativa,
donde me asesorarían sobre cómo buscar empleo y me recomendó que llevara
el curriculum en alemán. Esta es una reunión importante y no puedes faltar a la cita, si no quieres tener problemas. Menos mal que esto ya lo tenía previsto y hace
tiempo que tengo mi Lebenslauf (curriculum) al día, y en alemán.<br />
<br />
En la próxima entrada os seguiré contando más cosillas, algunas de ellas para cagarse, como lo que me
pasó con la gorda del banco a donde fuí con mi amigo Michael para abrir
una cuenta o cómo funcionan los servicios sanitarios en este país. Cosa
que también es muy importante si quieres trabajar o vivir aquí.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02782906476526128141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6071379015425740326.post-63557884392269276292012-07-07T07:45:00.003-07:002012-07-07T07:46:20.112-07:00Mi primer día de trabajo y la final de España<h2 style="text-align: justify;">
Mi primer día de trabajo y la final de España </h2>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tras quedar por la mañana con mi sombra (como sabéis ya, se trata de
Marcelo, el reportero de Reuters) fuimos a dar una vuelta, quedamos para
desayunar y nos fuimos a proporcionarle más materrial al reportaje.
Este hombre no me dejaba ni un momento tranquilo. Cuando menos te lo
esperabas te estaba disparando con su cámara. Cuaquier sitio era bueno,
cualquier momento, me daba la vuelta y ya me había hecho otras 20 fotos
más. El caso es que el paseo duró apenas un rato, quería volver pronto a
la habitación para preparar la ropa del trabajo y no estaba dispuesto a
llegar tarde el primer día.<br />
<br />
Antes de las dos y media de la tarde ya estaba en el restaurante.
Tenía una taquilla a mi disposición para mí solo. También contaba con
lavadora para lavar la ropa del trabajo, planchadora, y un aseo para los
empleados y un pequeño espacio para fumar cuando te apeteciera. Me
dispuse a cambiarme y ya estaba dispuesto para la batalla. Sentía que
tenía que haberle dicho a Michael que hubiera sido mejor empezar a
trabajar el día 2 de julio, y así podría haber disfrutado de la final,
pero luego pensé que ya que me había comprometido tendría que asumirlo y
punto.<br />
<br />
Y allí que me metí en aquella cocina, que no es muy grande y donde
hace más calor de la que me esperaba. Pero estaba animado e ilusionado
por comenzar y hacer las cosas lo mejor posible. Había que preparar las
verduras, el pescado, la carne. Mi primera tarea fue limpiar la freidora
y cambiar el aceite, así que me
estrené bien. Aun pienso que fué la novatada que le hacen al nuevo.
Luego me iban explicando mis compañeros el funcionamiento interno de la
cocina, el procedimiento a la hora de preparar los platos, etc. En
principio voy a estar un tiempo en la zona de las tapas, y más adelante
me liaré con los guisos y platos. El restaurante es muy activo, dispone
de una gran cantidad de actividades y ofertas especiales cada día de la
semana, incluyendo un espectáculo flamenco los sábados, aunque ahora en
verano dejan de hacerlo porque la cosa está más tranquila y no merece la
pena.<br />
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y ahí que voy yo con la lista de las 30 tapas que hay que preparar.
Cuando me di cuenta ya eran las cinco de la tarde, que es la hora en la
que se abre el restaurante y a partir de la cual empiezan a entrar
clientes. Aquí se cena temprano, y por lo visto todo el mundo llega a la
misma hora, luego hay otra hora más tarde con posible jaleo y a las
11:30 de la noche la cocina está cerrada, limpia, recogida y fregada. Y
el personal acaba su faena, al menos los de la cocina. El resto de
camareros sigue trabajando, ya que también sirven copas a partir de esa
hora, pero normalmente cierra una hora o dos mas tarde.<br />
<br />
Al principio todo bien, mis compañeros al hablar español, me
indicaban como había que hacer las cosas y no había problemas, era el
nuevo y por tanto estaba aprendiendo. Poco después empezó a entrar
gente, aquello empezó a animarse, era el día de la final de España y
muchos españoles tenían previsto ver el partido en el restaurante. Y ya
empezó a tener movimiento la cocina, "una de boquerones en vinagre", que
es la tapa número 3; porque claro, las comandas entraban con el número
de las mesas y las tapas estaban indicadas con números. Y entra otra
comanda, "Mesa 6: tapas: 2,6,13,15,21,28" Joerr, y esto como se pone? Y
cuando empiezas a ver a qué tapas corresponde en la lista suena el
timbre de la ventanilla, y hay otras dos comandas. "Jo, si no he
empezado con esta todavía". Menos mal que eramos 3 en la cocina y en
principio iba a ayudar a preparar los platos, fregar los sucio, e ir
aprendiendo sobre la marcha. Pero vaya marcha, al rato teniamos varias
comandas colgadas a servir, el cocinero jefe tenía otras tantas de
platos y de buenas a primeras aquello se puso hasta la bandera. Ya
faltaba poco para ver el partido y alli estaba yo dándome patadas en el
culo por darme prisa en poner los platos de tapas, prepararlos, recoger
los sucios, lavarlos y así hasta que llega un momento en el que oigo un
gran grito GOOOOOOOOL. "Joder, pero ya empezó el partido? y salí un
momento y pude ver la repetición del primer gol de España, y Michael
puso un pasodoble para que sonara alto en el restaurante. Eso fué lo
único que pude ver aquella noche del partido, la repetición del primer
gol. Y corre que te pilla el tren, a la cocina a toda leche. Y más
tapas, y más platos, y otra vez GOOOOOOOOOL, "Jo que bien, el segundo" y
otra vez el pasodoble, pero esta vez no podía salir, teíamos más de 20
tapas para preparar. Y más tapas...... GOOOOOOOOL, "No me lo puedo
creer, el tercero, Viva España!. Y llegó el cuarto, prueba ineludible de
nuestra superioridad, y saltamos de alegria cuando sonó el pidtido
final, entonces todos los presentes lo festejaron, alguno que otro, como
el cocinero jefe, Roberto, descansaba ese día y pudo disfrutar del
partido, y se coló por la cocina ondeando la bandera española, y la
besamos con fervor y gran entusiasmo. Nuestra selección había conseguido
hacer historia, ninguna otra había alcanzado ganar 3 finales
consecutivas. "Viva la selección". Y me sentí orgulloso.<br />
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y ahora tocaba recoger, limpiarlo todo, fregar la cocina. Acabamos a
nuestra hora, las once y media. Así que ahora todo el mundo a cambiarse,
asearse un poco y a festejar con los demás la victoria de España.
Cuando acudí a la taquilla tenía los pies dolidos, pero pensé que solo
era por ser el primer día y aquellos zapatos nuevos (dos días después
descubrí que el problema era que me estaban pequeños, "malditos
zapatos").<br />
</div>
<div style="text-align: justify;">
Al volver me dijo Michale que tomara lo que quisiera, que las dos
primeras copas las pagaba la casa. Teníamos previsto irnos todos a una
avenida que hay aquí donde acuden todos los españoles de Múnich para
celebrar la victoria española, pero lo cierto es que al final nos
quedamos en el restaurante disfrutando de ella entre amigos. Tuve
entonces la oportunidad de conocer a muchos españoles que me iban
presentando, gente que llevan aquí muchos años y que me trasladaban
confianza y seguridad, además de brindarme su ayuda.<br />
</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando quise darme cuenta eran las cuatro de la mañana y tocaba
retirarse. Fue una gran noche y estaba realmente agotado. Disfruté con
mi primer día de trabajo y alternando durante la noche con amigos y
clientes. Pero tocaba descansar, al día sigiente tocaba de nuevo
trabajar, y tenía que hacer algunas cosillas por la mañana. Y de eso ya
hablaré más adelante.</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02782906476526128141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6071379015425740326.post-54345245634602393252012-07-04T00:49:00.000-07:002012-07-04T00:49:27.123-07:00Mis primeros días en MúnichMis primeros días en Múnich<br />
<br />
Por fin llegamos a Alemania. El avión
llegó a su hora y mi amigo Michael ya nos esperaba junto a su familia.<br />
<br />
Mi
primer contacto con esta ciudad me llamó la atención, ya que nada más
llegar al aeropuerto, pasamos por una sala donde había más de cien
personas, todas sentadas y en un silencio absoluto. Igualito que en Bar
Alfonso, donde la de la mesa de al lado te está gritando en la oreja la
conversación que mantiene con sus acompañantes.<br />
<br />
Nos montamos en el coche y nos dirigimos a la ciudad, a unos 30
kilómetros de distancia. Al entrar en la ciudad llamaba la atención la
cantidad de vehículos de alta gama que circulaban a tu alrededor. Múnich
es la ciudad de la principal fábrica de Audi. Cuando observé el
termómetro del coche no me lo creía, casi 40 grados. Menos mal que no es
habitual, pero vaya calorcito que hizo los dos primeros días aquí.
También me sorprendió ver la inmensa cantidad de bicicletas en
circulación, pasamos por avenidas donde las veías a cientos aparcadas.
Está claro que aquí se tiene otro concepto respecto al transporte, tener
un coche en propiedad no es rentable, ya que los impuestos son muy
altos, a no ser que sea un medio necesario por tu trabajo, o por que
tengas que desplazarte continuamente a largas distancias. El transporte
público cubre todo lo que necesitas para moverte, o bien te mueves en
bicicleta. Además del metro están las lineas de autobús y el tranvía,
amén de los taxis, que son todos de color crema. Cruzamos una avenida
donde llamaban la atención los edificios a ambos lados, todos formaban
el famoso complejo de la Universidad de Múnich. Por fin llegamos al
restaurante donde iba a trabajar, conocí a los compañeros de trabajo,
Marisa, Bea, Rubén, Roberto, Jacinto y Valdemar, un portugués más
apañado que un jarrillo de lata. Todos son españoles, menos Valdemar,
que no obstante también habla español. Rubén es un chico gallego, y fue
quien me acompañó al hotel donde permaneceré hasta que encuentre algo
más económico. Quedaba cerca del restaurante y me hicieron las gestiones
para reservarme una cama algunas noches. Cuando entré en la habitación
me quedé de piedra, un cuarto con 6 camas compartidas, distribuidas en 3
literas. No había nadie en ese momento, aunque si que me encontré con
chanclas por el suelo, mochilas por aquí, toallas colgadas de las
literas, en fin, un cuadro.<br />
<br />
El caso es que encontrar vivienda aquí es bastante complicado, te
hacen una entrevista del tipo Guantánamo, de donde vienes, qué haces,
cuánto ganas (tienes que enseñar la nómina), cuáles son tus ingresos en
la cuenta del banco, si tienes familia, y así un largo etcétera hasta
que tengas la suerte de ser el elegido por el propietario, ya que tiene
una lista de otros cuarenta queriendo alquilar. Menos mal que algunos de
los compañeros me van a ayudar a encontrar algo, al menos por un
periodo de uno o dos meses que me permita buscar otra cosa mejor con más
tiempo.<br />
<br />
Después de instalarme, acordamos quedar por la mañana para conocer
la ciudad e ir a comer algo a un Beergarten (jardín de la cerveza). Asi
que nos retiramos a descansar y quedamos para vernos a las 12 del diá
siguiente. Marcelo y yo acordamos desayunar juntos y darnos una vuelta
para orientarnos un poco más temprano y hacer tiempo hasta la cita.<br />
<br />
Cuando fui a acostarme, los inquilinos del cuarto ya estaban todos
durmiendo, sólo me faltó un machete para acceder hasta la cama, ya que
iba dándole patadas a las chanclas, las mochilas y demás obstáculos. Al
fin pude descansar, los nervios previos al viaje, la tensión y el
cansancio hicieron que durmiera del tirón. A la mañana siguiente, mi
sombra y yo nos pillamos el metro para darnos una vuelta (necesitamos 10
minutos para averiguar qué dichoso ticket teníamos que adquirir). El
billete de una hora te viene a costar 1,50 € pero tienes opciones de
billetes por dia, por trayecto, por mes. Múnich es una de las pocas
ciudades que conozca donde el metro llega a todas partes, dispone
incluso de dos lineas que llegan directamente hasta el aeropuerto, a
unos 30 kilómetros. A partir de ahí, pudimos adentrarnos en la ciudad,
en sus calles, y la verdad es que pudimos comprobar que Múnich es una
ciudad muy viva, con una gran actividad a todas horas. Descubrimos
algunos lugares curiosos, vimos incluso a unos chavales alemanes
vestidos de bávaros, cantando canciones tipicas y bebiendo cerveza a las
11 de la mañana. En un momento dado, a uno de ellos se le cayó la
cerveza al suelo y se partió en mil pedazos. Lo que me llamó la atención
es que se pusieron dos de ellos a recoger cristalito por cristalito
cada uno de los trozos que había en el suelo. Disfrutan igual que
nosotros, les gusta la fiesta, la cerveza, pero también tienen otro
concepto sobre la limpieza y sobre otras muchas cosas.<br />
<br />
Por otra parte os recomiendo que tengais cuidado cuando circuleis
andando por ciudades como la de Múnich, ya que os podeis llevar un buen
susto. Me refiero a que aquí existen carriles para bicicletas por
doquier, pero los que no estamos habituados a ello, nos ponemos a pasear
o a caminar por la acera y sin darte cuenta estas pisando la zona de la
misma que esta reservada par las bicis, y como te despistes te puedes
dar una hostia de cojones con uno que venga por detrás. Es más, ojo que
como tropieces con uno de ellos, sales siempre perdiendo, y además te
puede caer una multa de coco y huevo. <br />
<br />
Siguiendo con estas primeras horas en Múnich, y después de pasear por
Marienplatz, observando absorto como en ciertas tiendas de lujo
preparaban Moet Chandon para los clientes que iban a preguntar por el
precio de un Rolex, o por el último modelo descapotable de Mercedes, nos
fuimos en busca de Michael. Y luego, paseando por el rio Isar hasta
llegar al Biergarten, donde nos pusimos tibios de Helles, una cerveza
exquisita que entra muy bien, todo ello acompañado de codillo, pollo
asado, carne de cerdo y no se que más (todo ello comida bávara típica de
la zona). Al final solo me tomé dos jarras de cervezas, ya que la jarra
era de un litro. Y luego a reposarlo todo dando un paseito, hasta que
decidimos que el paseo mejor lo hacemos en tranvía. Marcelo aprovechó
para hacerme otras 200 fotos ese día, y nos recogimos pronto, ya que al
día siguiente me estrenaba en el restaurante y quería estar descansado.
La mala fortuna hizo que coincidiera con la final de España, asi que me
hice a la idea de que esta vez no podría disfrutar de la roja. <br />
<br />
La proxima entrada será sobre mi primer día de trabajo, la final de
España, la fiesta de los españoles en el restaurante y de cómo lo viví
todo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02782906476526128141noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6071379015425740326.post-31276373749101063292012-07-03T00:57:00.001-07:002012-07-03T01:42:29.413-07:00La despedida<div style="text-align: justify;">
<h2>
La despedida</h2>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Faltaban apenas unas horas para partir, mis hijos ya estaban acostados, y
mi mujer y yo nos quedamos solos en el salón. El día había sido largo,
habíamos almorzado en familia, mi madre estuvo con nosotros y mi hermano
no pudo acudir a la cita. Marcelo, el reportero de Reuters había
cubierto toda la jornada, iba a ser mi "sombra" desde ese momento. Tuve
la ocasión de despedirme de mis compañeros del curso de alemán por la
mañana, y de preparar un almuerzo especial a modo de despedida para la
familia. Incluso ayudé a Marcelo a instalarse en la pensión de mi amigo
Rafael, ya que desde esa noche iba a realizar el seguimiento de mi
viaje.<br />
El caso es que tras esa jornada, y una vez que Marcelo también se retiró
a descansar, ya que iba a recogerme a las cinco de la mañana para salir
juntos de casa hasta el aeropuerto de Sevilla, llegó ese momento de
tranquilidad, de reposo, en el que ya estás más tranquilo, en el que ya
tienes todo preparado, la maleta lista, y la hoja con la lista de cosas
por hacer ya la has revisado por quinta vez.<br />
Es entonces cuando te encuentras a solas con tu mujer, y pretendes decir
algo, pero no sabes que decir, un momento en el que te arrimas a ella
para tenerla más cerca, y le tiendes tu mano, y la acaricias. Y entonces
eres consciente de que esas caricias son las últimas, y el corazón
empieza a encogerse, y empiezas a sentir un nudo en el estómago que no
desaparecerá durante toda la noche.<br />
Fue entonces cuando decidimos acostarnos un rato, al menos para intentar
descansar, ya que era consciente de que no iba a poder domir, y
entonces mi mujer me hizo un pequeño regalo, empezó a susurrarme una
canción al oido, una canción que habla de las diferencias entre dos, y
que a pesar de ello pueden llegar a quererse tanto, y es entonces cuando
ese nudo del estómago se acentúa y pretendes dominarlo para no venirte
abajo. Y entonces mi hija se despierta, y se mete en la cama con
nosotros, y se acurruca junto a su padre, posando su brazo sobre mi, y
la oyes sollozar. Entonces fue cuando sentí que el cielo me apretaba
contra la tierra, y se me escapó una lágrima. Una de esas lágrimas que
ya no recordaba que tenía guardada en un rincón del alma, donde hacía
tiempo que no había mirado, donde los sentimientos estaban esperando a
que abrieras la puerta para que pudieran salir a pasear. Ahí estaban el
cariño que sientes por los tuyos, el amor tan inmenso que siempre has
sentido por tu esposa, por tus hijos, ahí estaban también las ganas de
vivir, el amor que sientes por la propia vida, y es entonces cuando te
derrumbas, y te ahogas y a la vez te sientes inmensamente feliz al ver
que los tuyos están ahí, que los quieres más que nunca y que todo merece
la pena, ya que nunca estarás solo, por muy lejos que te encuentres.<br />
Cuando menos te lo esperas, recibes un mensaje de Marcelo, y te
preguntas cómo es posible que ya hubieran transcurrido cuatro horas, y
en el mensaje se leía "comienza la aventura". El momento había llegado,
la despedida era inevitable.<br />
Preparas las cosas, tus hijos se levantan para darte un abrazo, tu mujer
te vuelve a decir que te quiere, y metes la maleta en el coche y
vuelves a abrazarlos, pero esta vez es la última, y los sentimientos
afloran e invaden todo el espacio que te rodea, y te alejas, y la puerta
de tu casa se cierra. Vuelven a escaparse otras lágrimas de tu
interior, y simplemente te vas.<br />
Durante el viaje hasta Sevilla, me mantuve callado, no me apetecía
hablar. Marcelo parecía intuirlo y ni siquiera necesitó justificarlo. Se
lo agradezco. <br />
Fue entonces cuando realmente empezó esta aventura.
El vuelo hasta Barcelona fue rápido, llegamos con 10 minutos de
antelación. Hicimos escala en Barcelona, donde tuve la oportunidad de
charlar un buen rato con Marcelo. Creo que llegué a ponerme bastante
pesado incluso.Y salimos para Múnich en el vuelo de las 3:45.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02782906476526128141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6071379015425740326.post-60968306145614997622012-06-24T15:18:00.001-07:002012-06-27T16:03:09.207-07:00Crónica de un emigrante<h2>
<span style="font-weight: normal;">Preámbulo</span><u><b><br /></b></u></h2>
<div style="text-align: justify;">
No se por donde empezar, aunque supongo que lo mejor es ir contando paso a paso esta nueva aventura en mi vida. Una aventura que comienza el próximo día 29 de junio de este inolvidable 2012, aunque la decisión de irme a trabajar a Alemania ya la tomé hace algún tiempo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El caso es que hoy he vivido un momento que algunos podrían calificarlo de trascendental en la vida de una persona, donde por un lado he sentido un gran orgullo, sobre todo como español, tras la victoria de nuestra selección ante Francia en el día de ayer, y haber disfrutado hoy como nunca de una de las mejores carreras de fórmula 1 que he visto en mi vida, viendo como a Fernando Alonso le saltaban las lágrimas ante uno de lo hitos deportivos que se escriben con mayúsculas en los libros de historia. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estos dos momentos han sido muy especiales, el de ayer porque se sumó a la despedida que me hicieron mis amigos más cercanos, en una noche de San Juan, donde la queimada, las risas y las copas me hicieron valorar lo que dejo aquí. No son sólo la familia y los amigos lo que dejo en Chipiona, son vivencias y momentos que forman parte de mi, que han forjado mi carácter y que me han hecho tal y como soy. Y el segundo momento lo viví hoy en casa, tras ver a Fernando Alonso llegar primero a la meta en una de las carreras más impresionantes que he podido disfrutar, donde de nuevo me llenó de orgullo haber nacido en una época en la que el deporte de nuestro país está en un momento dulce, una época que recordaremos todos los que como yo, han tenido la suerte de ver a Nadal ganar siete veces Rolland Garros, ver cómo nuestra selección de fútbol puede llegar a ser Campeona de Europa y luego Campeona del Mundo, ver a nuestros ciclistas coronarse reyes de otro deporte rey para los franceses, amén de un sinfín de eventos deportivos que han llenado de orgullo nacional a todos españoles. Pero claro, luego piensas en tu situación personal, y ves que para poder mantener a los tuyos y salir adelante, te ves en la situación de tener que emigrar, que la prima de riesgo sigue subiendo, que somos cinco millones de parados, que las perspectivas de trabajo no son muy alagüeñas, que ya mismo voy a cumplir 46 años y que mis posibilidades de seguir trabajando van mermando día a día. Y es entonces cuando se te encoje el corazón, el mismo que hacía un instante vibraba por la emoción de vivir en la misma época que Nadal, Iniesta, Alonso y compañía. Y es entonces cuando sientes rabia, cuando te sientes impotente ante esta dichosa crisis y la maldita hora en la que nuestros gobernantes olvidaron que están para servir al pueblo y no servirse de ellos, en cómo es posible que otros países puedan tener una tasa de desempleo del 2 % en algunas zonas y que aquí tengamos que ver cómo nos embargan la vivienda porque no podemos pagar la hipoteca. Y es entonces cuando te sientes avergonzado, avergonzado de ser español, de pertenecer a un país que no ha tenido lo que hay que tener para decir basta cuando tocaba, avergonzado de tener que seguir a merced de los de siempre, de esos que dicen que van a cambiar las cosas, y si, ves que las cosas cambian, pero a peor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así que ese contraste de sentimientos, de ilusión y rabia, de orgullo y vergüenza, me ha provocado cierto escalofrío, y fue entonces cuando decidí ponerme a escribir este blog, un blog en el que pueda transmitir a través de mi propia experiencia, las vivencias de un español que a sus 46 años tiene que emigrar a Alemania para poder sacar a su familia adelante. Una historia que repite los pasos que dio mi padre hace 50 años, cuando en aquél entonces también hizo la maleta y se fue a Frankfurt, una historia que para muchos es difícil de asimilar, una historia por la que han pasado ya muchos miles de compatriotas, una historia que muchos habían supuesto que no se repetiría y que hoy más de uno maldecimos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLy8oy8QEMXBsHmhslgrOv_f9D6EV5DC0NnlIGSIpjczUXxMV5Lsgl6y6mOhcBeCM6Xqt4BJfbO_L2fygAl8picYuHlYzc9D8EhijHQvya5RvPe_lC-6an6W4pBcT9JQwoj_TITEUIe-uS/s1600/images1.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="106" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLy8oy8QEMXBsHmhslgrOv_f9D6EV5DC0NnlIGSIpjczUXxMV5Lsgl6y6mOhcBeCM6Xqt4BJfbO_L2fygAl8picYuHlYzc9D8EhijHQvya5RvPe_lC-6an6W4pBcT9JQwoj_TITEUIe-uS/s320/images1.jpeg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Este blog será como mi diario, un diario en el que os iré contando mis vivencias, y no está dirigido sólo a mis amigos y familiares sino también a quienes consideren digna su lectura, en el que espero poder contar también cosas buenas, anécdotas y situaciones que puedan servirme de argumento para hacer más amena su redacción. También servirá de guía a más de uno, ya que os iré contando todo lo que me vaya sucediendo desde que salga de Sevilla el próximo día 29, con destino a Barcelona, donde tomaré otro vuelo que me llevará a directamente a Múnich.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Soy consciente de que ni soy el único ni tampoco el último que tendrá que irse de este país a buscar trabajo, así que procuraré ser correcto en el lenguaje e intentaré dejar constancia de aquellos aspectos que considere importantes a modo de recomendaciones, sobre todo para aquellos que estén planteándose irse o que ya hayan decidido hacerlo.</div>
<h2 style="text-align: justify;">
<span style="font-weight: normal;">Los momentos previos al viaje</span></h2>
<div style="text-align: justify;">
El próximo día 28 cumplo 46 años y tras varios meses llenos de duda e incertidumbre, ya ando algo nervioso, casi sin apenas dormir, pensando en ese viaje a Múnich, donde a partir del próximo día uno de julio, comenzaré a trabajar como ayudante de cocina en un restaurante. Y todo ello gracias a mi amigo Michael, con quien mantuve una conversación telefónica hace apenas un mes, y en la que le comentaba que la cosa aquí en nuestro país no pinta nada bien, especialmente para un servidor, tras dos años en el desempleo, casado y con dos hijos que mantener.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Recuerdo que sólo me interesaba conocer en principio las posibilidades de trabajo en Alemania, y fue precisamente Michael quien me propuso la posibilidad de irme a trabajar con él, a su propio negocio, un restaurante de comida española en Múnich, donde cuenta con un equipo de profesionales entre los que ya hay más de un español.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El caso es que el paso ya está dado, tras estudiarlo con mi esposa, acepté su oferta y me puse a organizarlo todo, no sin antes haber mirado y remirado un sinfín de páginas webs, sobre todo buscando información sobre los pasos a seguir una vez allí y todos aquellos procesos administrativos que son necesarios para no tener problemas. Quería hacer las cosas bien, así que me dispuse a sacarme un pasaporte, por si en algún momento pierdo mi DNI, solicitar una autorización en la Oficina de Empleo para luego pedir una Tarjeta Sanitaria Europea, reservar los billetes de avión con tiempo, etc.</div>
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Ya tengo la lista hecha, en ella he anotado todas aquellas cosas que considero importantes y que debo de preparar antes de irme: ropa, reserva de los billetes y tarjetas de embarque, documentos y demás cosas que debería llevarme en la maleta. En Múnich ahora hace buen tiempo, así que en principio me llevo ropa cómoda, y alguna que otra cosilla para abrigarme un poco por la noche, por si refresca. <br />
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Al día de hoy, aun tengo la sensación de
no ser consciente de lo que supondrá esta decisión, desconozco cómo me
va a afectar, qué sentimientos me abordarán la primera noche que duerma a
miles de kilómetros de mi familia, a sabiendas de que transcurrirán
meses antes de volver a ver a mi mujer y a mis hijos. Lo que si tengo
claro es que estoy decidido y que estoy dispuesto a afrontar este reto
con ilusión.</div>
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Bueno, de momento esto es todo por hoy, mañana os contaré que este viaje tiene un elemento añadido que ha surgido en el último momento y que me gustaría compartir.</div>
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<h2>
<span style="font-weight: normal;">La agencia Reuters seguirá mis pasos </span></h2>
Tal y como os comenté este viaje
tendrá un valor añadido, ya que un reportero gráfico de la agencia
internacional Reuters me hará un seguimiento continuado durante mis
primeros días en Alemania. Se trata de un reportaje gráfico que luego
será publicado en prensa y revistas.</div>
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Cuando
Marcelo me propuso la idea no tuve ningún inconveniente en acceder a la
propuesta, así que tendré compañía durante mis primeros días en Múnich y
las instantáneas que pueda tomar sobre la marcha dejaran constancia de
lo que realmente me vaya sucediendo. </div>
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Tuve
la oportunidad de conocerlo la pasada semana, y me pareció un tío
bastante legal. La verdad es que ambos coincidimos en que nos
llevaríamos bien, congeniamos a la primera. En fín, esta semana vendrá a
conocer a mi familia y compartirá mis últimos momentos en casa, antes
de partir. Espero que al menos el álbum de fotos de este viaje me salga
gratis.</div>
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Otra
cosilla que aun no os he comentado es que la decisión de irme a Múnich
coincidió con el inicio de un curso básico de alemán, que la Delegación
Municipal de Fomento organizó el pasado mes, y que la verdad me va a
venir de perlas para dar mis primeros pasos en este viaje. A mis
compañeros y compañeras del curso les deseo que saquen el mejor partido
posible a este curso y les mantendré informados sobre la efectividad de
las nociones aprendidas. También tengo que dejar constancia de la
paciencia con la que nuestra querida profesora del curso, Rosalía, está
soportándonos. Y ya de paso decir que está resultando muy instructivo,
aunque a veces tenga la sensación de que Rosalía nos da "mucha caña". La
verdad es que tengo que reconocer el mérito de "mi señorita" y alabar
sus esfuerzos por transmitirnos los conocimientos básicos de un idioma
que no es nada fácil de aprender.</div>
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Por
cierto, el próximo día 28 (día de mi cumpleaños) espero que mis compis
se pongan guapos, ya que he pedido autorización para que Marcelo pueda
hacernos una foto del grupo e incluirla en el reportaje gráfico de la
agencia Reuters.</div>
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En
fin, ya os iré avanzando más cosillas sobre la marcha. Mientras tanto, a
ver si podemos ir preparando de una vez la dichosa maleta, que con eso
de que son cuatro cosillas, al final me cogerá el toro.<br />
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